El Asesor.
Regularmente identificamos a los contadores públicos como partícipes en la determinación de los impuestos de algún contribuyente.
Es importante destacar que el papel del contador público es la generación de información financiera para la toma de decisiones, misma que puede estar orientada hacia los acreedores, que en su ambiente externo a la empresa en cuestión; forma un vínculo operativo legal en un contexto de derechos y obligaciones.
Pero también existe en la esfera de la empresa el papel tan importante de los empresarios con el singular afán de pagar lo mínimo posible de impuestos o tributos en nuestro país.
Siendo entonces también es el sistema tributario mexicano, uno de los acreedores externos de los contribuyentes, que no son más que empresas, que procuran obtener beneficios económicos en sus actividades comerciales industriales o de servicios; dicho sistema se ha convertido en la historia de nuestro país en uno de los problemas más grandes para los empresarios, sobre todo cuando ellos se sienten limitados para llevar a cabo erogaciones que permitan satisfacer necesidades personales, y que al mismo tiempo, no puedan obtener utilidades como fruto de sus propios actos a través de sus compañías en el momento en el que lo necesitan.
Agregando a esta fórmula, no olvidemos como el empresario mexicano se siente estafado, cuando observa que los impuestos que la comunidad empresarial aporta a la nación no son más que saqueados por los actuales políticos; según la época en la que les toque tributar; y vaya que son grandes las cantidades de dinero, que no son más que las aportaciones de los empresarios las que han sido robadas generación tras generación por quienes han ocupado puestos políticos, en su momento; y qué decir de la corrupción; es entonces cuando los Empresarios se molestan y se crea una anti cultura impositiva en su obligación de pagar el tributo.